LA EUCACIÓN PRENDE MI ESPERANZA
Decía el sabio oriental que la educación genera confianza, y la confianza, esperanza. Eso queremos con esta campaña cuadragésimo quinta campaña solidaria: Prender la esperanza a través de la educación. Hace poco más de un lustro iniciaba su andadura la pequeña escuela NOTRE DAME DE LA MERCI en la localidad de Sangmelima, al sur de Camerún. Nuestra comunidad mercedaria lleva allí trabajando desde el 2010, año de su fundación. Niños, jóvenes, distintas comunidades cristianas en dos parroquias y reclusos de la prisión son los destinatarios de nuestra misión y trabajo. Una comunidad religiosa joven, formada por tres religiosos mercedarios africanos, acompaña humana y espiritualmente la vida de los cristianos de esta preciosa zona sur de Camerún.
Sangmelima es una ciudad pequeña de unos cien mil habitantes, abundante en población infantil y juvenil, escasa en recursos. Por eso los mercedarios nos planteamos hace unos años crear una escuela que facilitara el acceso a la educación de los más pequeños, junto al terreno de nuestra parroquia de Saint Luc de Bissono, situada a las afueras de la ciudad.
A medida que la pequeña escuela va creciendo, las necesidades son mayores, tanto en construcción y mejora de infraestructuras como en materiales básicos. El profesorado, entregado a la labor y consciente de que la educación es la gran semilla de un futuro digno y humanizador, nos habla en el video que os presentamos de sus necesidades e inquietudes. Os ofreceremos también durante este año 2025 algunos materiales y sugerencias para trabajar la Campaña en todas las comunidades de nuestra Provincia.
Nos hacemos eco de su voz. Y nos proponemos darles respuesta en forma de oración, cariño, comunicación, cercanía y, cómo no, la ayuda económica concreta y necesaria para la supervivencia de este hermoso proyecto educativo y por consiguiente para que la esperanza prenda en estos niños.
El milagro consiste en que nazcan hombres y en que, por el hecho de haber nacido, puedan hacer con su acción un nuevo comienzo. Solo si se entiende esto podrá haber algo así como fe y esperanza. Que en la tierra puede haber confianza y que se pueden albergar esperanzas para el mundo, acaso en ninguna otra parte se haya expresado más bellamente que en los Oratorios de Navidad: NOS HA NACIDO UN NIÑO. Las personas pueden actuar porque pueden esperar. No se puede recomenzar sin esperanza (Hanna Arendt).
De niños va esta Campaña. Hermanos: hagamos el esfuerzo. Invirtamos ilusión y tiempo. Por lo hermoso que está en juego. Por los resultados presentes y futuros, visibles e invisibles, que sin duda esta Campaña regalará. ¡Gracias!